Las ciudades han sacrificado muchos espacios verdes al crecer en vertical por falta de espacio.
Los jardines verticales o «muros verdes » son la solución tecnológica que permite devolver a las plantas y a la Naturaleza el espacio que les robó el cemento, convirtiéndolas en parte de la construcción para mejorar la habitabilidad de las personas y la biodiversidad.
Auténticos pulmones que respiran para la ciudad purificando el aire, reduciendo los consumos energéticos y los ruidos, creando espacios naturales de desconexión y salud.
Cada m² de muro vegetal genera el oxígeno que necesita una persona al año y filtra el aire cerca de un 40% más de lo que lo haría una superficie ajardinada tradicional.
Gracias a su singularidad, aumentan el valor arquitectónico, catastral y mediático, y refuerzan la imagen de sostenibilidad.
Es fundamental un estudio previo del espacio y sus características para escoger la planta correcta para él, asegurando su buen estado en el tiempo.
Para ello utilizamos un sistema patentado y con resultados más que probados.